viernes, 22 de abril de 2011

Capítulo 18

[Es 10 de julio. El calor brotaba sobre el porche donde Rebeca se disponía a romper su querido cerdito de barro. Después de varias palabras del doloroso adiós, con los ojos cerrados, levantó las manos y le metió un martillazo dejando al cerdito sin vida. Muchas monedas rodaron por la mesa, y Rebeca lamentaba su muerte. En ese preciso momento se acercaba Eitan, y quedó frente a ella, mirándole fijamente.]
-¿…? ¿Qué haces? – Preguntó extrañado.
-Matar a mi cerdito… ¡soy una asesinaaaa! – Dije sentándome en el escalón del porche, sujetando sus restos.
-Vale, pero, ¿cuánta pasta has conseguido?
-¿Solo te importa el dinero?... ¡No tienes corazón! – Eitan se acercó a mí y me abrazó, intentando consolarme. – Solo tengo 57 euros y 20 céntimos.
-¡Genial! Yo pongo el resto y llegaremos. – Dijo levantándose y reuniendo las monedas y billetes que había por la mesa y el suelo.
-Pero de 57 a 240 hay mucho, Eitan.
-¿No costaba 120?
-Ha subido.
-¡Qué timo! – Puso cara de pesca y continuó hablando. – Bueno, no importa, yo pongo 183 y listo.
-¿Y de dónde lo vas a sacar?
-De mi cerdito y del de mi hermano – Puso cara de interesante.
Recogí el resto del dinero y los trocitos de Porky (mi más sentido pésame), y lo guardé en una pequeña bolsita. Luego nos fuimos a mi cuarto.
Mientras buscaba mi móvil y demás para ir a casa de Eitan a recoger el dinero, este estuvo mirando la decoración de mi cuarto.

-¡Vaya póster de Queen! – Dijo señalándolo. – Tienes aquí música de todo tipo. Y lo mejor… ¡está ordenado! – Sonreí ante tal frase. Supongo que estaría acostumbrado al desorden de Alex. Cogí mi bolso del Canto del Loco, introduje lo necesario, y nos encaminamos a casa de Eitan.

[…]
-¿Estás preparado para morir?
-¡Estoy más que preparado!
-Pues…¡¡¡empieza la lucha contra zombies!!!
[Alex y Robe llevaban jugando desde las cinco de la tarde al famoso juego de zombies de la Play 3. Ambos estaban tan metidos en el juego que no oían nada más que disparos del mismo. Pasaron unos quince minutos y aún se encontraban en la misma partida.]

Rebeca y yo entramos en casa. Allí, en el salon, se encontraban los dos frikis de la Play. Llevan como un mes metidos en ese juego. Empieza a ser una enfermedad.
-¡Hola! – dijo Rebeca con intención de ser escuchada.
-No te molestes, no oyen mas de sí. Están como zombies.
-¡Nunca mejor dicho! – respondió ella con una bonita sonrisa dibujada en la cara. Subí a mi cuarto, cogí el dinero y el de mi hermano, ya que no se daría cuenta en un rato, y bajé de nuevo al salón, donde me esperaba Rebeca.
Cogimos un bus, que nos llevaría hasta una parada cerca de la tienda de animales. Entramos y observamos todo a nuestro alrededor. Allí podía encontrar de todo. Es una gran tienda. Sin pensarlo fuimos al lugar donde se encontraban los perros y gatos. Ya sabíamos cuánto costaban algunos perros, pero aún no lo teníamos decidido. Noté como Rebeca flipaba con aquellos cachorros. Se agachaba hacia ellos y les hacía carantoñas. ¡Como me gustaría ser uno de ellos! Me acerqué a ella por detrás y la rodeé con mi brazos apollando mi cabeza sobre su hombro.
-¿Cuál te gusta más?
-No sé… son todos más monos… - no paraba de sonreirme. No dejé de observarla hasta que ví como cambió de golpe de expresión. Seguí su mirada de sorpresa y admiración hasta toparme con un perrito negro, totalmente negro. Realmente precioso. Mi expresión quedó exactamente igual que la de ella. El dependiente, al vernos con tales caras de bobos, nos preguntó. Nos dijo que ese era un perro realmente precioso por su suave y negro pelaje. Se trataba de un pastor velga, macho. Tenía tan solo dos mese y medio. Una ricura. Parecía ser muy juguetón y cariñoso. Rebeca y yo nos miramos y sin pensarlo dos veces, le escogimos a él.

[…]

-¡¡Mamáaaaa!! – corrí escaleras abajo y llegué hasta la cocina chillando de alegría. – ¡¡Gracias, gracias, gracias, gracias!! – abracé y mi madre fuerte mientras le agradecía el haberme comprado el bikini más chulo del mundo. Mi madre empezó a reir.
-Anda, corre y pruébatelo. Esto es solo un pequeño adelanto de tu cumpleaños. – Corrí de nuevo hacia mi habitación,cogí el bikini y fui directa al baño para verme en el espejo. Me lo probé… ¡PERFECTO! Empecé a saltar y saltar mientras cantaba mi canción preferida. Entonces apareció mi hermano.
-¿Pero qué está…? ¡Vaya! Que bien te queda ese bikini, enana. Mamá también me ha comprado uno a mí. Bueno… un bañador. –Empezamos a reirnos – Ven y te lo enseño.
Fui a la habitación de mi hermano y me enseñó su bañador de Billabong de colores chillones y negro. Estaba realmente chulo.
-Me lo compró porque yo no paraba de darle el coñazo.- se rió y siguió contando – Que quede claro que yo le dije que te lo comprara. Al principio creía que era demasiado mayor para ti. Pero la convencí. – me abalancé sobre él y le di un beso en la mejilla agradeciéndole su esfuerzo. Alan es un buen hermano.


1 comentario:

  1. Hoy estáis inspiradas no??xDD, a ver mañana porque tengo unas ganas de saber que pasa con mis dos tortolitos favoritos ^^ xD(Aunque Eitan es míiiiooo xDDDDD)
    Saludos^^

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