jueves, 21 de abril de 2011

Capítulo 17

-¡¡FIESTA!! ¡¡FIESTA!! ¡¡FIESTA!! ¡Por fin llega la fiesta! – Ana entró en mi casa más contenta que nunca con una bolsa donde llevaba su vestido, y preparada para pasar nuestra típica “tarde de chicas” para la fiesta.

[Pasaron unas horas, y después de duchas, peinados de todo tipo, bailes y canturreos entre cosa y cosa con la música a todo volumen y la cama destrozada de tanto saltar sobre ella… etc, etc… Rebeca y Ana estaban listas para la fiesta. Ana iba vestida con un traje cortito con falda de volantes poco pronunciados azul mar, con tirantes finos cogidos al cuello y que por detrás acababan de nuevo en el vestido, atravesados. Llevaba el pelo recogido dejando caer finos mechones a los lados de la cabeza, y un colgante de una clave de sol plateada. Sus zapatos eran casi iguales que los tirantes al cruzarse en su espalda, también de color azul mar. Altos, pero no demasiado.
Rebeca llevaba un vestido de distintos tonos de verde, donde predominaba el verde manzana. Era igual que el de Ana, por encima de las rodillas, solo que la falda era un estilo recogido por el final, una falda moderna difícil de explicar. Era un vestido sin tirantes, y a la altura de la cintura, llevaba un precioso lazo por detrás. Llevaba el pelo suelto, sobre los hombros, con el flequillo liso dejando el resto del pelo ondulado. Los zapatos eran de punta redonda que dejaban al descubierto varios dedos del pie, cuyo color era uno de los tonos verdes del vestido. Tampoco eran muy altos, ni bajos.
Ambas llevaban pendientes largos plateados, e iban maquilladas al natural.

Los ocho (Alex y Tami, Robe y Ana, Eitan y Verónica, Rebeca y Alfred) se vieron en el parque y fueron desde allí, en pareja, hasta la fiesta de Sara.
Los cuatro chicos iban vestido de chaqueta. Cada uno con la corbata a juego con el traje de la chica a quien acompañaba (fueron obligados por ellas). Por tanto, Robe llevaba una corbata azul mar, y Alfred, una verde manzana.
Tami iba con un traje rosa chicle sencillo, pero bastante mono. Por tanto, Alex llevaba una corbata rosa.
El traje de Verónica era rojo pasión, con una mini falda lisa que le pronunciaba las caderas, unos enormes tacones rojos de aguja… Es decir, muy provocadora. Y Eitan llevaba una corbata de ese mismo color.
Fueron llegando a la fiesta por separado. Cada uno por un lado, o bien hablando, bebiendo algo, bailando o regalando algo a Sara.
En cuanto Eitan y Verónica llegaron, no pararon de bailar y hacer lo que ella decía. Eitan sabía que debía aguantar hasta las 12, entonces sería libre.
Robe y Ana lo pasaron muy bien, de aquí para allá hablando con todo el mundo. A Ana le costó convencer a Robe para bailar, pero finalmente lo consiguió.
Alex y Tami, sencillamente, fueron los enamorados de la noche. Se llevaron una parte de la fiesta dentro con sus amigos y tomando algo, pero después salieron a la terraza a buscar un poco de intimidad.
Rebeca y Alfred estuvieron bailando mucho y hablando con los demás. Lo pasaron genial, hasta que Alfred bebió más de la cuenta.]

¡Qué fiesta dios mío! En mi próximo cumpleaños haré algo parecido, pero nunca igual. No he visto a Eitan en toda la fiesta, ¿habrá venido? Le preguntaré a Ana:
-¡Ana!
-¡Hey! ¡Esta fiesta es la ostia! Nunca me lo he pasado tan bien con Robe..
-¿Qué esperabas, nena? – respondió él. Ana comenzó a reírse-Ana, ¿has visto a Eitan?
- No, la verdad es que no.
-Claro que ha venido, ha venido conmigo hasta el parque. Además lo estoy viendo ahora mismo. – dijo Robe sin parar de moverse al ritmo de la música.
-¿Dónde? – dije girándome en su búsqueda.
-Allí, en medio de la pista de baile.
Allí lo vi, bailando y pasándoselo bien. Sonreí. No lo veía desde hace semanas. Fui a hablar con él, hasta que me di cuenta de quién le acompañaba. Madre mía. ¡Verónica Ortega! Bueno, yo voy a ir a hablar con él. Si veo que no tiene intención de nada, a la mierda.
Entre tanta gente conseguí llegar hasta él. No me vio, pero Vero sí. Y sin dudarlo le cogió de la corbata y le plantó un beso de infarto, al igual que su vestido. Será guarra…  Como no, ahí estoy yo para fastidiarlo.
-¡Hola Eitan!- Eitan se separó y, mirándome con media sonrisa en la cara, me saludó.
-¿Cómo te va en la fiesta? ¡Es increíble! – me dijo él sin dejar de sonreír. Me sorprendió su expresión, así que pensé que estaría un poco bebido.
-Genial. – le sonreí y a continuación le dije que teníamos que hablar. En ese momento llegó Alfred por detrás  y me cogió de la mano fuerte, arrastrándome hasta el jardín.
-¿Qué mierda haces? – preguntó.
-Hablar con mi mejor amigo.
-Ya te dije que no quería tener nada que ver contigo.
-Me da igual, quiero arreglarlo de una vez por todas.
-¡Joder, que no! ¡Que no sigas insistiendo como una niña chica! Olvídalo de una puñetera vez. ¡No te quiere! ¡Te odia! ¿Cómo va a quererte si ni siquiera eres capaz de quitarte la camiseta?
Sin dudarlo, le metí una ostia.
-¡Que te den, gilipollas! ¡Está claro que tú y yo llegamos hasta aquí! Paso de estar con alguien que solo quiere aprovecharse de mi cuerpo. – le metí un pisotón y me fui a la casa corriendo. Fui directa a Ana a abrazarla. Tenía ganas de llorar, pero debía aguantarme y ser fuerte. Alfred no se merece mis lágrimas ni las de ninguna chica. Robe ya no estaba allí, Ana me dijo que los tres mosqueteros (Alex, Robe y Eitan) se fueron  a la playa a seguir la fiesta allí. Demasiada gente en la casa.
[Las dos amigas se despidieron de Sara e hicieron lo mismo. Menos mal que la playa estaba cerca y pudieron ir andando. En el camino hablaron de lo ocurrido con Alfred, y a Rebeca se le escaparon dos o tres lágrimas. Al llegar allí encontraron a los tres alrededor de una mini hoguera jugando a las cartas.]

-Vaya, vaya, vaya… ¡las dos súper nenas!
-Súper nenas son tres, Robe. – Aclaró Ana.
-Oh… es que Tami ya estaba aquí.
-¿Jugáis? – dijo  Alex mientras abrazaba a Tami y le daba un pequeño beso en la oreja.
-A mí ya me duele el culo, así que voy a dar una vuelta. – dije mientras me quitaba la arena de encima. Me levanté y Rebeca me miró con ojos tristes. En cuestión de segundos le pregunté si le apetecía acompañarme en el paseo. Del tirón dijo que sí.

[Eitan y Rebeca se alejaban en la oscuridad de la noche junto a la orilla del mar]
-A ver si se perdonan ya… - dijo Robe.
-¡Si, por favor! No aguanto una noche más a Eitan llorando.
-¿¡En serio!? – dijo Ana sorprendida.
-No. – Alex le dio un palo a Ana… la dejó K.O

[Mientras…]
-Eitan, lo siento de veras, yo… - Interrumpí a Rebeca haciéndole un gesto con la mano.
-No te preocupes, es agua pasada. Lo que quiero saber es qué te pasa. Tus ojos están tristes. Te delatan siempre.
-Nadie como tú lo sabe. – comenzamos  a reírnos. – He dejado a Alfred.
-Vaya, por fin.
-¡Eh! Yo estaba genial con él… hasta que empezó a pasarse con las manitas.
-Y tú te dejaste. Llegasteis a lo máximo y ahora te arrepientes…
-¿Qué? No. Más quisiera él. Nos peleamos porque no le dejo hacer nada.
-Pero si él me dijo que lo habíais hecho…

-… ¡SERÁ MAMÓN!  - Eitan empezó a reírse – Entonces me ha estado engañando… qué tío.
-Bueno, lo que importa es que te has dado cuenta y has rectificado.
-No… lo que importa es que me has perdonado. – Eitan me miró sonriente.
-Tú me has perdonado a mí, preciosa.
- No, al revés.
-Bueno, ¿ahora vamos a discutir por esto? – Nos reímos mucho, paramos y nos dimos un gran abrazo. Fue largo y cálido, nunca me he sentido tan bien con él.  Lo que más me gustaría saber es si le sigo gustando. Pero no creo. Fue hace mucho tiempo cuando me lo dijo. Solo espero no estar enamorándome ahora yo de él… sería un caos. Yo creo que sí que me gusta, un montón. Pero como soy muy cabezona, ¡nunca lo admitiré!
Volvimos donde se encontraban los demás para volver a ser una familia unida. Justo antes de llegar, le cogí las manos a Eitan, las tenía cálidas a pesar del frío, y le di un beso en la mejilla.
-Gracias, eres el mejor amigo del mundo.
Me sonrió dulcemente y llegamos abrazados al círculo donde estaban los demás. Todo el mundo aplaudía al vernos unidos de nuevo. Lo pasamos tan bien, que cuando llegué a mi casa rodeé este día en mi calendario como el mejor día del año.



2 comentarios:

  1. Holaa!!
    Como ya os he dicho ¡soys un peligro!, eso sí mientras Eitan y Rebeca acaben juntitos por mí vale xD, pobre chaval!!
    Saludos!!

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  2. (Las dos)Bueno, eso nunca se sabrá... muajaja! xD Tal vez acaben juntos, sí... o tal vez sean amigos para siempre... o sus caminos se separen. No lo sé :)

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