sábado, 23 de julio de 2011

Capítulo 28

-Vamos a comenzar el curso de una manera distinta, en la que seguramente aprenderéis más que cogiendo los libros. Sacad vuestro cuaderno y un bolígrafo - dijo el profesor de Biología, sentado sobre su mesa. - Os voy a poner un video sobre los organismos y seres vivos en el proyector. Prestad mucha atención, y coged todos los apuntes posibles, así recordaremos mucho de lo que dimos el año pasado – Enrique, nuestro profesor, preparó la pantalla y se puso al ordenador – Antonio, por favor, ¿puedes encender el proyector? Y que alguien apague las luces, por favor.
-Yo iré- dijo Lucía. Observé cómo se levantó y pulsó los interruptores. Toda la clase se oscureció, y cada uno estaba preparado con bolígrafo y papel, para apuntar lo que vieran conveniente.
-Rebeca Millán...- escribí mi nombre en la esquina superior izquierda, seguido de la fecha. Estábamos en el primer día de clase. Andábamos muy preparados y animados. Estuvimos en silencio durante toda la hora, mirando aquel video sobre los seres vivos y demás. Se mencionaron algunas cosas nuevas para nosotros, que apuntamos rápidamente. Pero la mayoría era materia ya estudiada, como dijo Enrique. Lo único que fallaba en el día era el horrible sueño que me agarraba.


¡Vaya! Es mi primer día de Universidad… ¡y estoy muy nerviosa! ¿Qué haremos el primer día de clase?  No podía dejar de pensar en ello. Era todo nuevo para mí, y tenía un poco de miedo. Como cuando eres pequeña y llegas al cole. Tu madre se tiene que ir a trabajar, y tú quieres que se quede contigo, pero ella se va. Sientes miedo y no sabes qué hacer. Algo así sentía yo. Menos mal que la profesora era muy buena persona. Se llamaba Carlota, y empezamos la clase haciendo un círculo, conociéndonos y diciendo por qué habíamos escogido esa carrera. ¡Como en el cole! Después Carlota nos estuvo explicando cómo iban las cosas allí, el tema de los suspensos y más cosas. Nos informó bastante bien a todos los presentes. Y yo me quedé más tranquila.


Dios, ¡que nervios! Empezamos hoy con las técnicas base de fotografía. Uf, qué ganas. Ana tiene que estar como yo seguro. ¡O peor! Después le tengo que dar ese regalito que le prometí. Jajaja, le encantará.
-¡Guillermo Ruiz! – Dijo mi profesor, pasando rápidamente la lista de clase.
-¡YO! – dije sobresaltado.


Joder, esto de estar en Universidades diferentes es duro. Años y años estando en la misma clase con ella, o al menos en el mismo centro, y ahora estamos en Universidades que parece que están enfadadas. Una en una punta de la ciudad y la otra en el quinto pino. Uf, ya quiero que llegue la hora de comer para verla…
-Así que en los climas más cálidos, normalmente se encontrarán especies de aves como…- la señorita Hadson nos explicaba los distintos ambientes y distintos climas relacionados. Es lo que tiene estudiar Ciencia Medio Ambiental. Es un poco coñazo a veces… Ahora que la profesora está distraída, tal vez pueda enviarle un SMS a mi niña. Espero que lo tenga en silencio, jeje…
“Hola, estoy dando ya mi primera clase de aburrimiento del día xD. Dios, te echo un montón de menos, cariño. Uf, ya estoy deseando verte. Espero que te vaya bien en el primer día de clase. ¡Un besazo preciosa! Te quiere con locura, el niño que está loco por ti (L)”
Enviar.


“Brr, Brr…”
El móvil comenzó a vibrarme en el bolsillo. ¿Quién será? Menos mal que lo puse en silencio antes de entrar.
Un mensaje recibido. – ¿Un mensaje? A ver… - Mensaje recibido de: Eitan (L) – Oii, pero que monada, ¡me ha enviado un mensaje! (O.O) Qué loco, ¿lo leo ahora? Esperaré a que el profe de Mates gire de nuevo hacia la pizarra.
-Bueno chicos, ¿esta ecuación os sale entonces?
-Sí – respondimos a coro. El profesor se sorprendió de tal coordinación y soltó una pequeña carcajada.
-Muy bien, pues probad con ésta. – se giró y comenzó a escribir una segunda ecuación. Fue entonces cuando rápidamente saqué el móvil y abrí el SMS escondiéndolo detrás del estuche. ¡Como en el insti! Jaja…
-Hola, estoy dando… -comencé a leerlo en voz baja, solo pronunciando las palabras, pero sin sonido. De repente se me escapó una pequeña risita, y Rosa, mi compañera de al lado, me preguntó. Le hice el gesto de estar leyendo un SMS señalándole el móvil. Ella se inclinó, lo vio y me sonrió. Después, siguió copiando aquella ecuación que aún el profesor no había acabado de escribir en la pizarra. ¡Vaya ecuación más larga! Le respondí a Eitan con otro SMS, espero que haya sido inteligente y haya puesto el móvil en silencio.


 “PIIII, PIIII…” – Sonó mi móvil más fuerte que nunca, menos mal que fui rápido y lo callé. La profesora no se dio cuenta porque no paraba de hablar. Qué imbécil, tenía que haberlo previsto.
Mensaje recibido de: Becky!
“Hola amore! Sí, me va muy bien, gracias. Yo también estoy deseando verte. A las 3 y cuarto nos veremos en el apartamento, ¿ok? ¡¡Hoy Alex hace sus espaguetis carbonara!! ¡Humm que rico! Un beso guapetón. Te quiere tu niña, tuya y solo tuya (L)

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