domingo, 23 de enero de 2011

Capítulo 9

Sólo la cara que puso Ana  ya asustaba. Al verlos había cambiado totalmente su expresión. Parecía que acababa de ver al Yeti en su puerta, pero no era él, sino la cara de tres pobres chicos que parecían haber pasado la peor noche de sus vidas.
Nos quedamos en silencio durante unos segundos mirándonos unos a otros. A Robe  le sangraba la nariz además de tener algún que otro arañazo en la cara. Eitan lucía un enorme e hinchado ojo morado y parecía estar totalmente destrozado. Y Alex… bueno, Alex sí que estaba mal. A el pobre le dieron bien y fuerte. Su labio inferior y su ceja izquierda no paraban de sangrarle. Rápidamente les ayudamos a entrar y nos sentamos en el salón.
-¿Qué… os ha pasado? – dijo Ana con la voz temblorosa.
- Nos hemos enfrentado a “Oliver y su pandilla” – respondió Robe. – y todo porque a Alex le pareció buena idea pelear uno contra cinco.
-Yo no sabía que ese imbécil iba a venir con sus amiguitos. Pensaba que era lo bastante “guay” como para pelear solito. – respondió Alex sarcásticamente.
- Pero a ver, explicarnos como ha ocurrido que estamos perdidas.
- ¡Sí! ¿Y de quién estáis hablando? –preguntó Ana impaciente.
- De Rafa… - Eitan nos miró seriamente y comenzó a hablar de lo sucedido – Cuando fuimos en busca de Alex, le encontramos cerca del parque, y no estaba solo, como temíamos.  Estaba en el suelo con cinco tíos encima pegándole. Corrimos a ayudarle y en cuanto llegamos les dije que pararan y que le dejaran en paz. Un tío se giró y me dio directo en el ojo. A partir de ahí Robe me quiso defender y empezó la pelea.
- Es que realmente yo no buscaba pelea, pero me cabreé porque cuando esta tarde fui al parque para estar con Tamara, le vi besándose con ese gilipollas. – Contestó Alex cabreado.
- Rafa es el chico con el que te peleaste la otra vez en el pasillo ¿no? – pregunté recordando la pelea.
- Si…
- ¿Y Tamara es esa chica que tanto te gusta? – quiso saber Ana.
- Exacto. Fui al parque para de decirle lo mucho que la quiero y para pedirle salir. Y cuando llego la veo con ese capullo. Me cabreé y fui hasta ellos. Le dije que qué hacía con un tío que no la quería. Pensaba que era más inteligente. Rafa se puso chulo y me dijo que eso había que arreglarlo como “hombres” esta noche en el parque. Ella intentó impedirlo, pero no funcionó. Siquiera ha ido esta noche para impedir que acaben conmigo. Estoy fatal…
- Seguramente Rafa le prohibió ir. – comentó Ana
- Y ella es lo bastante tonta como para hacerle caso. De verdad, no puedo más con mi corazón. ¡Estoy harto de que siempre me esté jodiendo la vida el mierda este!
- Bueno tranquilízate, ya todo ha pasado. Nos tienes a nosotros, y sabes que realmente es un cobarde. – Eitan le intentó calmar de algún modo, sabe que lo mejor es pasar página.
- Gracias, chicos. Sin vosotros estaría muerto, ja ja.
-No es nada, y ahora vamos a curarnos por dios, que mi nariz no puede más. – Dijo Robe dirigiéndose al cuarto de baño, donde estaba el súper botiquín del padre de Ana.
Ana ayudó a Robe y a Alex a curarles las heridas en el baño de abajo donde tenía todo lo necesario, y yo fui a la habitación de arriba para curar a Eitan.
-Es impresionante el puñetazo que te han dado en el ojo ¿eh?
-Sí, un poco mas y tengo tres ojos.- Sonrió, pero seguido de ello una mueca de dolor se dibujó en su cara. – Ay, ay… uf me duele hasta sonreír.
-Pues eso es un problema, con la de veces que sonríes… - Le devolví la sonrisa mientras buscaba el antiinflamatorio.
- Es difícil no sonreír teniéndote a ti al lado. – Me miró de nuevo con esa sonrisa que me encanta. ¡Cada día es más mono! Me senté en la cama y él se puso de rodillas en el suelo frente a mí. Listo para recibir mi cura.
- Muuuy bien, ahora estate quietecito, que te voy a poner, muy delicadamente, el antiinflamatorio ¿vale?
- Está bien… mientras no me mates de do… - Le puse el antiinflamatorio – ¡looooooor aaaayy para, dios!
-¡Eitan! ¡Si no me dejas no podré curarte nunca!
- ¡Pues no me cures!  - empecé a reírme, el pobre lo debe estar pasando fatal – joder, ¿sabes lo que duele?
Lo volví a intentar pero con tantos movimientos bruscos lo único que consiguió es que me enfadara. Se sentó a mi lado y me dijo:
-No te enfades Becky, es que me duele un huevo y media yema.
No pude evitar reírme de aquella frase tan extraña. Entonces él se rió también y me dijo que le encantaba verme sonreír. Por un momento pensé que pasaba algo raro entre nosotros, pero después volví al mundo real y me di cuenta de que por muy cariñoso y adorable que sea, nunca querría salir con alguien como yo… es decir, superior, jajaja, es broma.
-¡Chicos! Tiradme por las escaleras el agua oxigenada y un poco de algodón, please. Pero que estén bien cerrados, no vayamos a liarla.- gritó Ana desde abajo, a lo que se unió de fondo:
- ¡Shh! ¡Son las 3 y media de la mañana!, ¿no molestaremos a los vecinos?
-¿Eso quién lo ha dicho? ¿Robe? – me preguntó Eitan, y antes de que pudiese contestarle, Ana dijo la respuesta:
-Robe…no hay vecinos.
-Ah… bien.

5 comentarios:

  1. esta muy bien,tienes talento para la escritura

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, pero tenemos, somos dos. Yo soy Rebeca y he escrito este capitulo, pero los demas los hemos escritos entre las dos :) Ana tamb es una artista. :D

    ResponderEliminar
  3. ATENCION.concurso en mi blog:
    http://lasgoleadoras.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  4. por favor visitad mi blog,mil ideas in my head:
    http://milideasinmyhead.blogspot.com

    ResponderEliminar
  5. Hola , me he hecho seguidora de tu blog, no me dio tiempo a leer todos los capítulos pero está genial!!!!! Me gustaría que tu también te hicieses seguidora del mío , se llama:
    www.elmundodelosescritores.blogspot.com

    Gracias ,Lectora

    ResponderEliminar